Es el pequeño secreto más sucio entre los jardineros: el suelo proporciona la clave para la salud de las plantas y la vitalidad de un jardín. El tipo y la calidad de su suelo afectan no solo el éxito de su jardín, sino también cómo pasará gran parte de su tiempo trabajando allí.
El suelo ideal ofrece un ambiente hospitalario para las plantas en una mezcla de aire, agua y nutrientes. Pero la marga ideal, un equilibrio rico en humus de limo, arena y arcilla, escapa a la mayoría de los jardineros. Incluso aquellos que tienen la suerte de comenzar con un buen suelo deben contribuir a su mejora regularmente porque el suelo es una capa viva de tierra que cambia naturalmente con el tiempo y el clima.
Pautas para el éxito
Siga estas pautas generales para trabajar su suelo:
- Para tener éxito a largo plazo, es mejor alimentar el suelo que la planta.
- Alimenta tu suelo cada temporada y cada vez que plantes, usando materia orgánica, como compost, estiércol podrido y hojas picadas.
- No excave cuando el suelo esté demasiado húmedo o demasiado seco, ya que daña el suelo. Trabaje el suelo cuando un puñado se desmorone fácilmente.
- No camines sobre tus camas. Pisar el suelo lo compacta, evitando que el aire, el agua y los nutrientes lleguen a las plantas.
- Evitar sobrecargar. Un rototilling o excavación excesivos destruyen la estructura del suelo, dejándolo en polvo o duro como una roca.