Una de cada cuatro muertes en los Estados Unidos se debe a una enfermedad cardíaca. Deje que se asiente esa asombrosa estadística. Aunque algunos factores de la enfermedad cardíaca son genéticos, otros hábitos cotidianos pueden desempeñar un papel importante en el riesgo de una persona. El factor más impactante, según un estudio reciente, no está relacionado con la comida chatarra o cuántas horas pasas en el gimnasio todos los días: es dormir.
Imagen cortesía de Getty Hermosa joven asiática que se relaja en la cama.
¿Qué es la enfermedad cardíaca?
Lo más probable es que tenga a alguien en su vida que tiene una enfermedad cardíaca, pero es posible que no sepa exactamente qué es. La enfermedad cardíaca es la acumulación de placa en las arterias que estrecha los caminos del flujo sanguíneo. Las complicaciones pueden incluir ritmo cardíaco irregular y coágulos sanguíneos. Esto, a su vez, puede provocar un ataque al corazón.
Sueño y enfermedad cardíaca
Según la National Sleep Foundation, el sueño juega un papel importante en el funcionamiento de nuestro cuerpo, afectando el metabolismo, la presión arterial y la inflamación. Entonces, si bien la falta de sueño o el sueño inquieto pueden dificultar estos procesos, también lo puede hacer el sueño excesivo. Los expertos recomiendan que los adultos duerman al menos siete horas por noche y que el sueño sea reparador para que su cuerpo y mente se sientan renovados y alertas.
Observando a casi 4, 000 participantes mayores de 40 años, un estudio publicado en el Journal of the American College of Cardiology este mes encontró que la falta de sueño se asocia con un mayor riesgo de acumulación de placa en las arterias y los vasos sanguíneos. Esto solo refuerza la importancia del sueño y su relación con las enfermedades del corazón.
Trastornos del sueño
Además de pasar las noches enteras y presionar el botón de repetición demasiadas veces en la mañana, hay trastornos de sueño diagnosticables que pueden evitar que ingrese sus siete horas. El insomnio hace que sea difícil conciliar el sueño y permanecer dormido. Este trastorno se ha relacionado con la presión arterial alta y puede provocar otras afecciones que afectan la salud del corazón, como el estrés, la falta de ejercicio y una dieta deficiente. Uno de cada diez adultos puede tener insomnio de larga duración.
¿Te despiertas después de ocho horas de sueño y aún te sientes agotado? Hable con su médico sobre la apnea del sueño: podría tenerla y ni siquiera darse cuenta. Con la apnea del sueño, las vías respiratorias se bloquean mientras duerme y hace que deje de respirar por períodos cortos de tiempo. El cuerpo recibe menos oxígeno durante la noche y se enfrenta a los patrones de sueño interrumpidos. Muchos estudios han encontrado una relación entre tener apnea del sueño y el riesgo de desarrollar enfermedades del corazón.