Dedique un tiempo para diseñar un menú y una lista de compras para la semana, luego vaya a la tienda de comestibles para comprar cualquier ingrediente que no tenga. Cuando sepa lo que comerá con anticipación, puede comenzar a cocinar todas las noches en lugar de mirar al refrigerador en busca de inspiración. No solo eso, sino que al comprar comida por adelantado siempre tendrás ingredientes a mano. Lo que significa que no perderá el tiempo haciendo viajes de último minuto a la tienda de comestibles por esa lata de caldo de pollo que pensó que estaba en la despensa.
Si tiene tiempo durante el día (o incluso la noche anterior), prepare los ingredientes con anticipación. Pique lechuga, verduras y hierbas, o mezcle el aderezo casero, la salsa y la salsa antes de guardarlos en recipientes herméticos en el refrigerador. Cuando llegue la hora de la cena, podrá saltear el trabajo de preparación y comenzar a cocinar.
Invierte en una olla de cocción lenta

Las sopas, los guisos y los chiles son los favoritos de la familia, pero tardan horas en prepararse en la estufa. Deje que una olla de cocción lenta haga el trabajo por usted. Simplemente agregue los ingredientes a la olla por la mañana, y se cocinarán a fuego lento durante todo el día. Cuando llegues a casa, sirve platos y sirve.
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Compra inteligente

Si pasas los ingredientes preparando tanto tiempo como cocinando, considera comprar ingredientes listos para usar. Aunque son un poco más caros, las bolsas de verduras y ensaladas reducen el tiempo que se pasa lavando, pelando y cortando. Elija queso rallado sobre un bloque que tendrá que rallar usted mismo. Y caliente un paquete de arroz para microondas en lugar del grano seco. Cuando la carne sea la estrella de su cena, ahorre tiempo usando versiones precocidas, como pollo asado, pechuga de pollo congelada o refrigerada, o carne de res asada cocida al horno.
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Aprende a amar tu congelador

Zoom de imagen
La próxima vez que prepare un lote de sopa, duplique la receta. Los extras almacenados en el congelador son excelentes comidas. Simplemente descongele durante el día y caliéntelo cuando llegue a casa. ¿Tienes algo de tiempo libre el domingo? Cocine un par de comidas que pueda congelar para la próxima semana. La lasaña, la cazuela, el chile, el guiso (sin papas), la pasta y la olla se enfrentan al congelador y son sabrosos cuando se calientan.
Abastecerse de verduras congeladas es otra forma de reducir el tiempo de cocción. En lugar de lavar y picar vegetales frescos, simplemente vierta una bolsa de vegetales mixtos congelados en un wok caliente con arroz para microondas, pollo precocido y una botella de salsa asiática para un sofrito rápido y fácil.
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